Hace un par de meses os conté que iba a probar el Masster Plus durante unas semanas. Como recordaréis, es el único aparato de masaje terapéutico inventado por profesionales y para profesionales que además sirve para continuar los tratamientos en casa. Ligero y fácil de transportar, tiene un diseño ergonómico capaz de reproducir los movimientos de un terapeuta experto en masajes y su potencia equivaldría a 35.000 dedos por segundo.
Sus funciones son múltiples y es capaz de realizar distintos tipos de masaje con fines terapéuticos, desde los más relajantes, hasta los que pueden ayudar para cualquier dolor, molestia o necesidad que tengamos en alguna zona del cuerpo. Posee cinco rotores intercambiables y dos velocidades capaces de realizar movimientos de rotación y vibración simultáneas. El rotor de espuma (para cuello, papada y cara, cervicales y piernas con varices), el rotor dentado (para drenar, trabajar la celulitis, aliviar dolores de espalda y de otras zonas del cuerpo), el rotor liso (perfecto para reflexoterapia, flacidez y celulitis edematosas), el rotor brushing (para exfoliar y activar la circulación) y el rotor roll-on (para aplicar cremas de una forma más profunda mientras masajeas la piel).
Ahora os voy a detallar mi experiencia. ¡Empezamos!
. Fuera celulitis. Durante este tiempo lo he usado de forma regular en los muslos, glúteos y caderas y la piel de naranja se ha alisado muchísimo, ya que he ido combinando el masaje con el rotor dentado con el roll-on cuando me aplicaba la crema. También es cierto que he sido muy constante (los únicos días que “descansaba” eran los fines de semana) y también he hecho algo de ejercicio. Lo utilizaba 10 minutos como anticelulítico y otros 10 para poner la crema. Sé que habría estado bien poner fotos del antes y el después, pero lo siento, me puede la vergüenza…
Ya puestos también me hacía un masaje anticelulítico en los brazos, aunque en esta parte sólo estaba 5 minutos. Me sentaba en una silla con la espalda recta, levantaba un brazo y empezaba deslizando el “masster plus” desde el codo hasta el hombro (zona externa). Después, estiraba el brazo y trabajaba la zona interna desplazando el rotor desde la muñeca hasta la zona axilar. Una vez activada la circulación linfática, colocaba la palma de la mano en las cervicales para contraer la musculatura y desplaza el “masster plus” por ambos lados del antebrazo para tonificar el bíceps y el tríceps.
. Drenaje linfático. Como mi objetivo principal era deshacerme de la celulitis, combiné el programa anterior con el masaje drenante y tras una buena exfoliación con el rotor cepillo (esto sólo lo hice el primer día para preparar la piel) me hacía drenajes cada dos o tres días. Me colocaba en posición de “Buda” (sentada con las piernas dobladas formando un rombo) y comenzaba el masaje en la parte interna del tobillo (con el rotor de espuma ahora), continuando por la parte inferior de la pierna y la rodilla, hasta llegar a la ingle. El aparato masajea así los canales linfáticos removiendo las células grasas y mejorando la circulación de retorno. Pero siempre debe hacerse sin presionar.
. Antes y después del ejercicio. Los fines de semana tengo la costumbre de salir a caminar por la montaña con amigos y en alguna ocasión la caminata se ha alargado y al llegar a casa el Masster Plus ha sido mi salvación, ya que después esfuerzo actúa como sedativo y relajante. Sirve para eliminar la fatiga muscular, eliminar toxinas, favorecer el aporte sanguíneo y restablecer el metabolismo. 10 minutos y adiós a las agujetas.
Si sois muy deportistas también lo podéis usar antes de la sesión de entrenamiento porque antes del esfuerzo procura una mayor oxigenación muscular y una óptima elasticidad de los músculos y flexibilidad de las articulaciones. 10 minutos son suficientes para acrecentar la nutrición del músculo, mejorar su oxigenación y aumentar las estructuras musculares para optimizar su función.
. Fifting facial. Igualmente he descubierto que el rotor de espuma es fantástico para «alisar» la piel del rostro. Hay que comenzar en el escote a la altura de la clavícula y hacer un masaje ascendente en hombros, clavícula y cuello (recordad que jamás se debe aplicar sobre los senos, de hecho en las instrucciones recomiendan como medida de precaución que se lleve puesto el sujetador durante la sesión de masaje). Al llegar a la barbilla deja actuar el masster plus durante un par de minutos, prosigue en sentido ascendente por las mejillas hasta el pómulo. Después, apoya el masster plus en el entrecejo durante 1 minuto y desplázalo muy lentamente hacia las sienes: acentúa los pómulos, suaviza las arrugas y alivia los dolores de cabeza. En el caso de las mujeres, jamás se debe aplicar sobre los senos y recomendamos como medida de precaución que se lleve puesto el sujetador durante la sesión de masaje.
. Y lo mejor: antiestrés. En este punto necesitarás alguien que esté dispuesto a darte el masaje. Yo se lo pedía a mi hijo y luego yo se lo hacía a él (a velocidad baja, sin presionar y con el rotor de espuma. A lo que vamos, me tumbaba sobre la cama y con el rotor dentado me dejaba hacer un masaje en las lumbares durante dos minutos y luego, siguiendo en sentido ascendente por ambos lados de la columna vertebral hasta llegar a la zona cervical. Tras varios pases por la zona dorsal y lumbar, cambiaba el rotor dentado por el rotor de espumas y me hacían unas pasadas en las cervicales.
¿Qué os ha parecido mi experiencia? Os invito a que tengáis la vuestra y me la contéis ¡Seguro que acabáis descubriendo nuevas utilidades para el Masster Plus!
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